Nombre: David Chen
Nacionalidad: Chino
Edad: 34
Ubicación: Budapest, Hungría
Como profesional del sector tecnológico, la vida en Shenzhen, mi ciudad natal, se había vuelto apasionante y abrumadora a la vez. Aunque tenía éxito profesionalmente, a menudo sentía la necesidad de un cambio, tanto para mi desarrollo personal como para el futuro de mi familia. Después de investigar a fondo, mi familia y yo decidimos solicitar un Golden Visa, que resultó ser una de las mejores decisiones que hemos tomado nunca. He aquí una visión de nuestro viaje y de las experiencias de primera mano que hicieron que esta transición fuera pan comido.
La decisión de aplicar
Al principio nos atrajo el Golden Visa que ofrecía Hungría por los favorables requisitos de inversión y la ventaja añadida de la residencia en la UE. La idea de vivir en Europa, con su rica historia y diversidad cultural, parecía un sueño hecho realidad para nuestra familia. Tras consultar con una agencia de confianza especializada en Visados de Oro, supimos que podíamos conseguir la residencia invirtiendo en bienes inmuebles.
Proceso de solicitud sin problemas
El proceso de solicitud fue mucho más fácil de lo que esperaba. Nuestra agencia nos guió en cada paso. Tras presentar nuestra solicitud, nos alegramos de que nos aprobaran el Golden Visa en un plazo de tiempo extraordinariamente breve. La emoción era palpable mientras planeábamos nuestro traslado a Hungría. El Golden Visa no solo nos daba derecho a vivir en Hungría, sino que también nos permitía la movilidad dentro de la zona Schengen, una gran ventaja para mis viajes de negocios y nuestras vacaciones familiares.
La vida en Hungría
Trasladar a nuestra familia a Hungría fue a la vez un reto y una experiencia emocionante. A nuestra llegada, nos sorprendió gratamente la calidez de los húngaros y la fuerte comunidad china de expatriados. Budapest pronto se sintió como en casa. Disfrutamos explorando la impresionante arquitectura de la ciudad, comiendo en acogedores cafés y admirando el rico patrimonio cultural que nos rodea.
Las oportunidades educativas para nuestros hijos también han superado nuestras expectativas. Los hemos matriculado en colegios internacionales (¡podíamos elegir entre tantos!) con diversos programas que hacen hincapié tanto en la excelencia académica como en la comprensión cultural. Verlos adaptarse y prosperar en este nuevo entorno ha sido inmensamente gratificante.
¡Y dos datos curiosos más! Hungría no sólo cuenta con una enorme comunidad de expatriados chinos, sino que también dispone de todas las facilidades, desde servicios bancarios (Bank of Chine) hasta grandes enclaves habitables con escuelas, restaurantes y mercados.
Una decisión que cambia la vida
Reflexionando sobre nuestro viaje, puedo recomendar sin reservas el programa Golden Visa a cualquiera que esté pensando en empezar de nuevo en el extranjero. La oportunidad de asegurar un futuro mejor para mi familia viviendo en un país hermoso y culturalmente rico me ha cambiado la vida. El proceso transcurrió sin contratiempos y el apoyo profesional que recibimos hizo que la transición fuera perfecta.
Mientras nos asentamos en nuestras nuevas vidas, puedo decir con confianza que el Golden Visa fue una de las mejores decisiones que pudimos tomar. Espero con impaciencia las experiencias que nos esperan, llenas de aventuras y crecimiento para mi familia en este maravilloso nuevo hogar.
La historia de David es una prueba de la gran oportunidad que puede brindar el programa Golden Visa. Su experiencia de primera mano ilustra no solo la sencillez del proceso de solicitud, sino también los enriquecedores cambios de estilo de vida que conlleva una inversión tan importante en el futuro de uno mismo.